dijous, 31 de maig del 2012

Sus "amigas" le llaman "gorda"

Vamos a llamarla María. Iba a ir de colonias en unos días, pero ya no irá. Unas energúmenas, ni amigas, ni compañeras, de su edad, 11-12 años, le han empezado a llamar “gorda”. Llega cada día a su casa llorando: no quiere ir al colegio, no quiere ir de colonias.
A esta edad ya no se puede decir que no saben lo que dicen. Y tanto que lo saben, y muy bien. Quieren hacerle daño, y lo consiguen. Se creen superiores y más guapas porque están delgadas. No aceptan en su grupito de niñas tontas a las que no están delgadas. Y María no cabe en su círculo, pero no se conforman con eso, tienen que insultarla y discriminarla por un cuerpo que, seguramente, a ella hasta ahora le estaba bien. Pero a partir de ahora tendrá que luchar con su cuerpo. Si tiene la suerte de tener autoestima y una buena familia que le apoye, en poco tiempo se dará cuenta de lo idiotas que son las otras niñas. Si no, caerá en depresión, anorexia nerviosa o bulimia.  
Me gustaría coger a esta niña y decirle que ella vale mucho más allá de su cuerpo. Que es una niña inteligente y guapa, y que de su cuerpo sólo tiene que preocuparse de llevar una buena alimentación y hacer ejercicio para que esté sano.
A las otras niñatas las cogería con sus familias, sobre todo con sus madres (las que obligan a sus hijas a hacer danza para que no engorden, las que pasan hambre, las que hacen comentarios sobre el cuerpo de otras niñas, las que no saben transmitir los verdaderos valores…) y les preguntaría si son conscientes del daño que están haciendo a María, que quizás sea un daño para toda la vida. Les diría que se ocupen de estudiar, que bastante mal está el mundo como para perder el tiempo con idioteces… Que ya que estudian valores en la escuela, que se los transmitan a sus padres, sobre todo a sus madres, ya que parece que estas no son capaces de actuar como tales. A veces los hijos pueden enseñar más cosas a los padres de lo que nos pensamos.

2 comentaris:

  1. Es muy difícil aconsejar y convencer a esa niña. Para su desgracia ha nacido en un barrio del planeta en el que la población se ha vuelto loca. Al menos yo entiendo por loco todo aquel capaz de hipotecar su vida para tener cosas de las que no disfruta mientras no puede disfrutar de lo que realmente le envuelve. Es complicado intentar “ser” en un lugar donde solo prevalece el “tener”. Sobre todo a esas edades, porque lo que es a la mía y si he de seros sincero, me la trae al pairo casi todo. Casi todo excepto esas escenas de crueldad. Crueldad de la que la mayoría de veces son víctimas los propios verdugos. Porque pongámonos en el caso de las niñitas que están agrediendo a la “imperfecta”. ¿Por qué ellas se creen perfectas? Con toda seguridad porque sus padres lo permiten y lo potencian, y ¿Por qué sus padres actuan de ese modo? Porque para su desgracia ellos son la absoluta Nada

    A María es difícil decirle nada que la consuele. Ahora mismo y con la edad que tiene el mal ya está hecho. Pero es curable, sus padres y los que sean realmente sus amigos le pueden decir cosas importantes: decirle que para su suerte el sobrepeso es algo que puede resolverse con régimen, pero que la estupidez no, esa dura para toda la vida (y los otros papás son un ejemplo). Decirle que quien no tiene para ofrecer otra cosa que su cuerpo será toda su vida un objeto de otros (que le pregunten a las mamás); al menos hasta que la edad, ese monstruo cruel que nos va igualando a todos, les provoque la profunda depresión de haber de enfrentarse a ellas mismas.
    A las otras no vale la pena decirles nada. Hablarles de que ya a esa edad ya están traficando con su cuerpo sería desmerecer, y mucho, a las sufridas putas a las que tanto se les debe. Ni serviría de nada intentar hacerles ver que ya son carne del sistema; animalillos que vivirán arrodillados y con la boca abierta aceptando lo deban comerse, porque mantener ese estatus de "tener" que propugnan es complicado y caro con los tiempos que corren.
    A unas y a otra si que sería conveniente hacerles ver que la técnica de la comparación es sutil, engañosa y subjetiva: Son guapas, sí, pero ¿Comparadas con quién?. Porque todo es así, uno es rico comparado con muchos somalies, pero un muerto de hambre si se compara con Bill Gates. Porque uno es bueno comparado con Stalin o Hitler, pero un mindungui si se compara con Teresa de Calcuta... y así ad aeternum.
    Un saludo y ánimos para esa niña. Lo único perfecto todavía no existe.

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