Aquella noche, ya más tranquila, te miras el cd. Parece fácil, lo puedes hacer... Pero al día siguiente sigues con tus dudas. Y como no quieres dar más vueltas al tema, decides que para algo sirven los Centros de Atención Primaria. ¿Qué problema tenemos? Que vives en un pueblo y trabajas en la ciudad. Y, según tus cálculos, los días señalados para pincharte caen en laboral y festivos. Pues nada, a pedir permisos en dos centros, al de la ciudad y al del pueblo. Y como el tema este de la inseminación provoca mucha sensibilidad, pues no te ponen ningún tipo de problema y te desean mucha suerte.
Llega el día que te viene la regla. Pero no te viene mucho, y el médico te dijo que llamaras cuando te viniera del todo, cuando “ya está allí”. Al día siguiente te levantas deseando que te haya venido bien la regla (¡es la primera vez que quieres que te venga la menstruación en cantidad!). Y sí, ya parece una regla normal. Llamas a la consulta bien temprano, te llama la enfermera más tarde, le dices que ya la tienes, pero que de hecho te ha venido el día anterior, pero poca cosa, como marrón (das todo tipo de información detallada), la enfermera consulta con el médico, el médico dice que el día anterior no cuenta, que cuenta desde el día que estás llamando, que ya es menstruación, ellos se ponen en contacto con el banco de semen, y te recuerdan qué días te tienes que inyectar la medicación, la cantidad de medicación que te tienes que poner, y te dan hora para el primer control de ovulación.
Y así va ocurriendo todo. El tercero y cuarto día del ciclo vas al CAP del pueblo donde vives para que te pongan las inyecciones, el quinto y sexto vas al CAP de Barcelona, y el séptimo vuelves al del pueblo (es festivo).
Tremenda historia. Que experiencia. Judith
ResponEliminaUna experiencia maravillosa. Gracias Judith!
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