Ayer, 1 de agosto, a las 7 de la tarde, moría Alba, una niña que llevaba mucho tiempo luchando contra el cáncer infantil.
Seguía este caso, al igual que lo hago con el pequeño Marcel. Mucha gente me dice que por qué, que no puedo hacer nada, que hay muchoa niños enfermos... ya lo sé, mucho no se puede hacer, pero algo sí, aunque sólo sea dando apoyo a la familia. He tenido la oportunidad de conocer estos dos casos por las redes sociales y los he ido siguiendo.
Cuando llegué a casa y vi que Alba había muerto, me dio un vuelco el corazón, una tristeza enorme, pensé en su lucha, en la de sus padres... Estos niños son un ejemplo de lucha, y un ejemplo de que, ya sé que luego el día a día y las rutinas hacen que nos olvidemos, a veces nos preocupamos por tonterías, por cosas materiales, y que nos olvidamos de lo verdaderamente importante, que es el amor a los nuestros, los pequeños detalles que son los importantes. Lo que están sufriendo estos niños y sus familiares... nos puede pasar a cualquiera.
Pero a parte de la tristeza, no puedo evitar sentir una gran rabia e impotencia por pensar que mientras en este país se mueren niños de cáncer, los individuos e individuas que nos gobiernan, y que nos están llevando a la ruina, se dedican a recortar en sanidad y a salvar bancos, invirtiendo millones de euros, nuestro dinero.
Descansa en paz, Alba.
Así va la cosa.
ResponElimina¿Cómo acallar la conciencia cuando la realidad nos dicta que somos unos cobardes egoistas sin empatía? Nada más fácil. Las palabras mágicas: "Y qué puedo hacer yo... No podemos hacer nada...". Entonces las conciencias se aplacan de repente, uno se siento más cerca de la divinidad y ya puede abrirse una cervecita y poner algún canal berlusconiano de televisión. Simple y limpio.
Henry David Thoreau decía: "Cualquier persona que tenga más razón que sus prójimos ya constituye una mayoría de uno."
Un refrán africano dice: "Mucha gente pequeña, de lugares pequeños y haciendo pequeñas cosas, puede cambiar el Mundo".
Si todos esos incapaces se comprometieran en hacer una simple cosa: apagar el televisor y ponerse a pensar, podría cambiar todo. Lo terrible es que esos pobres zombis son las mayorías planetarias. Y lo más terrible es que gracias a ellos el planeta se convertirá, en breve, en un único campo de exterminio.
Pero debemos seguir haciendo lo que esté en nuestra mano, llunaprunera: informarnos, compartir, leer, escribir, ser menos ignorantes, apoyar, cooperar, ser, Ser, SER...
Descansa en paz, Alba.
Gràcies Manel! Y el refrán africano q citas debería ser nuestro lema diario, el de todos!
EliminaUff, yo me sentí como si me hubieran dado un puñetazo en el estómago...
ResponEliminaMi hija perdió su pulsera albera 2 días antes, y me supo más mal...
EliminaY ayer leyendo la carta que pusieron en su página, su mensaje, como los de siempre, pero desde el cielo... ufff
A veces las realidades golpean como el viento. Uno nunca comprende el porque ocurren estas cosas.
ResponEliminaComo un auténtico mazazo, que nos pilla desprevenidos...
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