Esto lo escribí el 18 de abril en catalán. Lo traduzco, después de 7 meses. El sentimiento sigue vivo.
Hoy hace una semana que nos dejaste. ¡Qué tristes estamos! Has sido el mejor amigo de la familia desde hacía mucho tiempo. Has protegido a nuestros niños, has jugado con todos, has escuchado sin decir nada, ¡incluso nos has mordido el culo a todos cuando eras un cachorro!... Pero ahora ya no estás, ahora estás en nuestros corazones, como otros animales y personas que hemos amado. Habrá momentos duros, como cuando vemos tu casita, cuando llegamos y te vamos a saludar... como siempre, pero no estás, cuando pasamos por la ermita... ¡La ermita! Cuando jugábamos al escondite, que me escondía detrás de las plantas... ¡y siempre me encontrabas! O cuando íbamos por el pueblo, cómo desperatabas miradas ajenas... un día un niño te dijo: "¡Qué perro! Parece un caballo o un pijo". Me entró la risa. Supongo que lo decía porque eras muy grande y caminabas súnper recto, con planta. En fin, Valent, esperemos que allá donde estés sigas corriendo como a ti te gustaba. ¡Adéu, Valent!
Que guapo es. Yo tuve una perra llamada Kania y, aunque murió hace mucho tiempo, nunca olvidaré su cariño, su inteligencia y su nobleza.
ResponEliminaSiento tu pérdida.
Te entiendo perfectamente, muchas gracias, Rafael!
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